Ruta en moto por los Arribes del Duero
Zamora – Ciudad Rodrigo
222 Km – 3,5 horas
En esta ruta en moto por los Arribes del Duero, vamos a recorrer un paisaje natural de ensueño a bordo de nuestras motos.
El río Duero serpentea entre las montañas, creando un paisaje espectacular. Acantilados de más de 200 metros de altura, cañones profundos, bosques frondosos… Un entorno natural que te dejará sin aliento.
Pero no solo los paisajes son impresionantes. La fauna de los Arribes del Duero es también muy diversa. Buitres leonados, águilas reales, ciervos, jabalíes… Un paraíso para los amantes de la naturaleza.
La ruta en sí, son poco más de 200 kilómetros y el tiempo estimado es de 3 horas y media sin paradas. A mí me llevó cerca de 6 horas y es que si quieres disfrutar un poco de los lugares que recorre esta ruta, no te va a quedar más remedio que parar a contemplar lo que esta región nos ofrece.
La ruta sale de Zamora, ciudad monumental bañada por el río Duero. Salimos, precisamente, cruzando el río en dirección a Fermoselle por la CL-527. Cuando dejamos la zona de casas vemos una gasolinera en la que podemos repostar y así olvidarnos del tema y hacer tranquilos la ruta.
La carretera que lleva a Fermoselle tiene un buen firme y es rápida, ya que apenas tiene curvas. Pero no por eso no deja de ser bonita, con grandes encinares que se extienden a ambos lados de la carretera.
Llegamos a Fermoselle, primer contacto con los Arribes del Duero propiamente dichos. Desde este momento empezamos a hacer una ruta a lo largo del río Duero, acercándonos y alejándonos del cauce del río, según nos marca la carretera.
Desde Fermoselle nos acercamos a la presa de Bemposta, que hace frontera con Portugal. Son pocos kilómetros y además son muy divertidos con curvas de radio amplio y el asfalto en buenas condiciones.
Después de visitar la presa volvemos sobre nuestros pasos para desviarnos a la derecha en dirección Trabada/Vitigudino por la ZA-316. Nos esperan unos kilómetros de carretera estrecha con curvas muy cerradas, por eso es un tramo lento. Pero todo esto se ve recompensado con unas vistas espectaculares de la sierra.
Cruzamos por el puente sobre el río Tormes, que hace de frontera natural entre las provincias de Zamora y Salamanca. Al cambiar de provincia vemos que el asfalto de la carretera es más regular.
Nunca dejará de sorprenderme estos cambios de asfalto cuando pasamos de una provincia a otra o cambiamos de comunidad autónoma. Continuamos por esta carretera hasta que llegamos al pueblo de Trabanca.
En la entrada del pueblo hay una gasolinera, por si no hemos repostado en Zamora. Justo después vemos un cruce que indica Villarino a mano derecha. Giramos y enfilamos una carretera que también tiene el asfalto en muy buenas condiciones.
Cruzamos Villarino, sin dejar la carretera que traemos. En el pueblo hay indicaciones a algún mirador a los Arribes del Duero, pero yo creo que no merece la pena desviarse, ya que en la ruta que llevamos programada vamos a tener ocasión de ver miradores más accesibles e interesantes si cabe, más adelante, así que continuamos.
Unos 5 kilómetros después dejamos a nuestra derecha el pueblo de Pereña. A partir de aquí la carretera se vuelve más revirada y divertida, aunque también tiene algún que otro parche en el asfalto. LLegamos a un cruce donde tenemos que parar para incorporarnos a la SA-314. Ahí giramos a la derecha en dirección Masueco/Aldeadávila.
Cruzamos Masueco, por delante de la iglesia de San Nicolás y poco después llegamos a Aldeadávila de la Ribera. Es un pueblo pequeño, donde destaca la plaza del ayuntamiento.
Allí podemos ver la iglesia de San Salvador y las casas de piedra rodeando la plaza y de paso podemos parar a tomar algo en alguno de sus bares.
La verdad es que las calles de Aldeadávila son un lío y apenas hay indicaciones, así que si lleváis GPS mejor. Yo no suelo llevarlo así que me “perdí” un poco para dar con la salida correcta.
Hay un desvío a la derecha en la SA-314 hacia el Mirador del Fraile, que es el lugar hacia donde nos dirigimos. Es una carretera un poco rota y sin arcenes.
Si hemos entrado en Aldeadávila y nos hemos liado con las salidas, pensad que el Mirador del Fraile queda siempre a mano derecha, salgamos por donde salgamos.
Desde Aldeadávila al mirador hay como unos 7 kilómetros con varias indicaciones por el camino y este mirador sí que merece la pena verlo. Tanto por las vistas impresionantes del cañón del Duero, como por las aves rapaces que sobrevuelan el lugar.
Comenta Fabián, que hizo la ruta en julio, que no pudo llegar al mirador del Fraile con la moto. A lo mejor en verano cortan ese último kilómetro de carretera para que no haya aglomeración de coches.
Yo, las veces que fui por allí, siempre fue fuera de temporada alta y sí pude llegar con la moto hasta el mismo mirador.
Volvemos sobre nuestros pasos para coger otra vez la SA-314 en dirección a Zarza de Pumareda. Cruzamos Zarza hacia Barruecopardo, desde donde tenemos unos 20 kilómetros hasta el Salto de Saucelle.
Pasamos el pueblo de Saucelle y aproximadamente a un kilómetro nos desviamos a la derecha. El cruce es un poco raro, ya que no hay Stop (por lo menos cuando se hizo esta ruta en moto por los Arribes del Duero).
Bueno, una imagen vale más que mil palabras, así que pongo una captura de google maps para orientarte.
En el salto de Saucelle tenemos dos miradores; el Picón del Moro y el Mirador del Salto. Para llegar al Picón del Moro tenemos que dejar la moto y andar unos metros. Bueno, más bien subir, porque el mirador está en lo alto de una colina pero las vistas bien merecen la pena hacer un poco de ejercicio.
Un poco más adelante está el mirador del Salto, desde donde se ve al Duero perderse hacia el interior de Portugal.
Retomamos nuestro camino hacia Hinojosa de Duero, metiéndonos hacia el interior de la provincia de Salamanca. La carretera está repleta de curvas con un firme bastante aceptable, sobre todo si llevas una trail, como yo en esta ocasión.
Vamos serpenteando entre las montañas hasta que llegamos al Mirador del Contrabando, desde este mirador tenemos unas bonitas vistas de la Sierra de Moncalvo.
A partir de este pubnto se acaban las curvas y enfilamos la carretera hacia Ciudad Rodrigo. Cruzamos el pueblo de Hinojosa de Duero y 3 o 4 kilómetros después llegamos al cruce con la CL-517, donde giramos a la izquierda en dirección Salamanca.
Cruzamos el pueblo de Lumbares y casi al final del pueblo hay un cruce pequeño sin apenas señalización (no hay Stop), donde giramos a la derecha en dirección Ciudad Rodrigo.
Antes de llegar a nuestro destino, rodando por la SA-324 aún nos espera una pequeña sorpresa llamada San Felices de los Gallegos.
San Felices es un pueblo medieval pequeñito con mucho encanto. Podemos ver al lado de la plaza de España su iglesia parroquial que muestra varios estilos arquitectónicos porque fue reconstruida varias veces desde el siglo XII. En uno de los laterales de la plaza vemos un arco, cruzamos por debajo y vamos a dar al castillo con su torre del homenaje bastante bien conservada.
Una vez que hemos hecho las pertinentes fotos volvemos a la carretera que traíamos para hacer los últimos kilómetros que nos separan de Ciudad Rodrigo.
Ciudad Rodrigo es un lugar donde se construyeron muchos monumentos en distintas épocas, aunque predominan las construcciones medievales frente a algunos otros edificios de estilo renacentista y gótico que se construyeron en la edad Moderna. Sin duda merece la pena perderse por su casco antiguo, muy bien cuidado, que te transporta a otra época. Aprovechamos también para degustar su gastronomía donde prevalecen los productos de cerdo ibérico.
Sin duda, esta ruta en moto por los Arribes del Duero te va a dejar un buen sabor de boca y te dará pie para que quieras hacer otra ruta por Salamanca, ya que es una provincia muy chula para andar en moto.
De hecho, te dejo una ruta en moto por Salamanca en este enlace 🙂
ruta en moto por los arribes del Duero
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Muchas gracias por la excelente descripción de la ruta y además por la facilidad de dejar el enlace para que se abra directamente en Google Maps. Justo ayer la hice en moto y pese al calor infernal del mediodía de julio, ya que la empecé sobre las 10h de la mañana y la acabé sobre las 15h, es una ruta que merece mucho la pena. Quizás lo único que he encontrado yo que le falta a la descripción de la ruta es que la llegada al mirador del Fraile hay que hacerla caminando casi un kilómetro. Por desgracia cuando llegué al punto donde obligan a dejar el vehículo, la temperatura rondaba los 40º C. Eso y la moto cargada con los bártulos del viaje hicieron que no me animara a llegar caminando hasta el mirador. La parte buena es que me queda pendiente para repetir en otra ocasión con mejor temperatura. De nuevo, mil gracias por postear esta bonita ruta.
Hola Fabián.
Gracias por tu comentario. Lo que me extraña es lo que me dices del mirador del Fraile. La última vez que pasé por allí, hace menos de dos años, se podía llegar con la moto hasta el mismo mirador.
No sé si en este tiempo han puesto alguna señal de prohibición, pero te aseguro que yo aparqué la moto justo en el mirador.
Quizás por la época del año, ya que en verano viaja mucha más gente y a lo mejor cortaron por eso.
De todas formas, gracias. Modificaré la entrada para que refleje lo que acabas de decir.
Un Saludo
Yo he estado hace una semana por esa zona, siguiendo tus indicaciones y las de otros blogs y como dice el compañero Fabián, hubo que dejar las motos en la parte alta, donde está el pinar, y hacer el camino andando hasta el mirador.
Sinceramente… merece MUCHO la pena meterse esos 900m para abajo y luego de subida.
Gracias por el comentario, Andrés.
Me alegro de que hayas disfrutado de la ruta y que te haya servido de algo esta publicación.
V’sssss